Cuando analizamos el término ‘rehabilitación’, la utilización
del prefijo ‘re-’ parece indicar que se trata de una función
que ya se había desarrollado adecuadamente pero que, en un
momento determinado, ésta se pierde, por lo que el trabajo se
orienta a recuperar lo perdido; sin embargo, en las diferentes
definiciones de rehabilitación cognitiva vemos que no se especifica
que se trate solamente de esta variante. Por esta razón,
algunos autores prefieren utilizar el término ‘programas de intervención’,
pero el término ‘rehabilitación cognitiva’ está
mucho más difundido y aceptado por la comunidad científica.
La rehabilitación cognitiva en el niño se ha trabajado fundamentalmente
ante la presencia de daños cerebrales adquiridos
en un momento determinado de su desarrollo pos-natal, especialmente de etología traumática; sin embargo,
existen menos estudios dirigidos a rehabilitar funciones cerebrales
que por diversas causas no hayan alcanzado el nivel
adecuado de desarrollo en sus etapas de maduración. Entre los
procesos que con mayor frecuencia se han rehabilitado en los
estudios realizados con niños tenemos: la atención asociada o
no a hiperactividad, los trastornos del aprendizaje, los trastornos del lenguaje, la percepción
visioespacial, la percepción auditiva y las funciones
ejecutivas.
Enfoques teóricos en rehabilitación cognitiva
La rehabilitación cognitiva en niños se ha abordado desde diferentes
enfoques teóricos: conductual, cognitivo (procesamiento
de la información), cognitivoconductual (modificación cognitiva
de la conducta) y sociohistórico. El enfoque conductual se basa
en el conductismo como corriente psicológica y se centra en estudiar
los efectos del mundo exterior sobre la conducta. Esta línea
de intervención implica la identificación de potenciales de refuerzo
o castigo y su aplicación para conseguir los cambios deseados.
Emplea los principios del aprendizaje para tratar de incrementar
la probabilidad de dar una respuesta. Desde esta óptica se han
realizado numerosos estudios en niños, a través de los cuales se
han desarrollado diferentes procederes, fundamentalmente para
el tratamiento de problemas relacionados con la atención y el
aprendizaje.
Modelos de organización cerebral de las funciones
Las teorías sobre el modo de representación de las funciones
cerebrales determinan los procedimientos diagnósticos y las estrategias terapéuticas a seguir, pues los modelos de organización
cerebral pueden servir de esquema o guía para la planificación
del tratamiento. Existen dos variantes de modelos de organización
cerebral: modelos de representación local o modular y
los modelos multimodales u holísticos. Muchos programas de
rehabilitación cognitiva se basan implícita o explícitamente en
modelos de representación local o modular de las funciones
cerebrales; esta terminología indica que existen conjuntos de
neuronas en áreas cerebrales determinadas, caracterizadas por
unos sistemas de transmisión específicos que garantizan la disponibilidad
de funciones psicológicas. Sin embargo, otros se
basan en modelos multimodales u holísticos, también denominados
‘ecológicos’, que proponen evaluar el cerebro de forma
completa y no por áreas.
Lo más adecuado para trabajar la rehabilitación cognitiva es
hacerlo sobre modelos de organización cerebral de estas funciones.
Mecanismos y modalidades en rehabilitación cognitiva
En la bibliografía actual con frecuencia podemos encontrar la utilización
de diversos términos para referir los diferentes mecanismos
a utilizar en la rehabilitación cognitiva. Algunos autores suelen
denominarlos modelos, mecanismos, niveles o estrategias. Los mecanismos para desarrollar la rehabilitación cognitiva
pueden ser varios; éstos se relacionan y en ocasiones pueden coexistir,
es decir, pueden existir programas de rehabilitación que
combinen diferentes mecanismos a la vez, y son los siguientes:
- Restauración (denominado también restitución).
- Compensación.
- Sustitución.
- Activación
- Estimulación.
- Integración.
Principios metodológicos de la rehabilitación cognitiva
Para la elaboración de un programa de rehabilitación cognitiva es
necesario tener presente determinados principios metodológicos
que orientan tanto en el momento de su planificación como durante
el proceso mismo de rehabilitación. Ante todo se debe partir
de una evaluación, la cual aportará información no sólo de las
áreas alteradas, sino también de las que se mantienen conservadas.
Esto permite determinar y analizar los déficit sobre los cuales
vamos a intervenir, qué estrategias emplea el sujeto para resolver
la tarea, y las capacidades con las que contamos para construir el
programa de intervención.
Esta evaluación neurocognitiva permitirá establecer factores
pronósticos de la evolución y de la recuperación, y será útil como
patrón inicial con el que poder realizar posteriores comparaciones
y controlar la evolución y éxito de la rehabilitación. Por ello se hace
necesario la utilización de pruebas cuantitativas estandarizadas que
permitan comparar el rendimiento del paciente con el de la población
en general, antes y después de la intervención.
Al elaborar todo programa de rehabilitación siempre debemos
partir de un modelo teórico de organización cerebral de esa
función y sus pautas para la rehabilitación. Debe ser un proceso
adecuadamente planificado en el que se establecerán los objetivos
específicos a lograr con cada paciente a corto, medio o
largo plazo, de acuerdo con las necesidades, intereses o actividades
propias del paciente
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