Las complejas realidades de las comunidades de nuestra región nos exigen a los psicopedagogos una reflexión lúcida al tiempo que nos
demandan intervenciones superadoras basadas en una concepción de aprendizaje contextualizado en la posibilidad de transformación social.
Se parte de la intencionalidad de repensar. una psicopedagogía comunitaria como perspectiva emergente en la actualidad, entendida como
disciplina joven, por tanto inconclusa y consciente de su inconclusión, por ello en permanente reflexión sobre sus nuevas prácticas para
poder desarrollarse desde enfoques críticos y prospectivos. Conocer y comprender estas prácticas para producir un conocimiento que pueda
ser repensado con colegas permitirá que la psicopedagogía comunitaria no se reduzca a un enfoque incipiente sino que se consolide hacia una
verdadera especialidad psicopedagógica. Atendiendo a ello, este artículo analiza antecedentes, componentes, enfoques, modelos, y
dimensiones de una psicopedagogía comunitaria, así como desarrolla un modelo de intervención psicopedagógico en comunidad.
Antecedentes de una psicopedagogía
comunitaria
Al indagar en desarrollos desde una perspectiva
psicopedagógica en comunidad hallamos:
Monereo y Solé (1996) reconocen en los
años 90' servicios psicopedagógicos comunitarios
en España. Solé (1999) la denomina intervención
psicopedagógica en el ámbito de la zona o sector y
considera que ésta puede encerrar acepciones
diversas. Entiende que la principal tarea de los
psicopedagogos consiste en detectar las necesidades
de un alumno y su familia en un determinado sector
y establecer contactos entre los servicios
educativos, sociales y sanitarios para resolverlas.
En los últimos años en Argentina, así como
en nuestro contexto universitario más inmediato3
,
diversos autores (Matteoda, 1998; Aguilera &
Sanmartino, 2007; Valle & Jakob, 2009; Aizcorbe
& Giuppone, 2010) reconocen intervenciones
psicopedagógicas en ámbitos más allá de lo
estrictamente educativo formal, considerando
diversos contextos que comienzan a ser explorados
por los psicopedagogos como el empresarial, el
judicial-forense y el comunitario.
Visca (1997) considera unidades de análisis
del quehacer psicopedagógico: el individuo, el
grupo, la institución y el nivel comunitario,
configurado por instituciones cuyos aprendizajes
consisten en formas de producción, distribución y
consumo.
Indagando desde esta perspectiva en búsqueda
de mayor especificidad, advertimos que en la última
década algunos autores parecen haber profundizado
en la misma.
Álvarez Rojo (2002) de la Universidad de
Vigo (España) denomina “psicopedagogía
comunitaria” a una orientación, acción e
intervención como un proceso de optimización y
transformación social, dirigido a las personas a lo
largo del ciclo vital, desarrollada a través de una
acción, social y educativa, sistemática y
planificada. Entre las intencionalidades de esta
psicopedagogía menciona: el contribuir a la
adaptación y bienestar social de la persona, y la
transformación y/o cambio de la realidad para
conseguir la autorrealización personal y
dinamización social.
Matteoda (1998, p. 114) considera los
elementos que permiten precisar el alcance
profesional de las intervenciones psicopedagógicas;
en este caso, atendemos a éstos desde una
perspectiva comunitaria, dado que se trata de los
componentes que configuran una psicopedagogía
comunitaria, estos son: problemática u objeto de
intervención, destinatarios, ámbitos de
intervención, surgimiento de la demanda,
estrategias de intervención y marcos conceptuales
subyacentes.
El objeto de intervención de una
psicopedagogía comunitaria es participar en el
desenvolvimiento y construcción de procesos de
aprendizajes individuales, colectivos y dialógicos
que en distintas comunidades llevan a cabo
hombres y mujeres, cualquiera sea el ciclo
evolutivo en que se encuentren, con la
intencionalidad de coadyuvar al paso de un
conocimiento ingenuo de la realidad a uno críticoreflexivo
que ofrezca herramientas para posibilitar
el logro de subjetividades personales y colectivas, a
la vez que comportamientos también individuales y
colectivos, promotores de formas de vida
generadoras de un desarrollo humano integral
pleno.
Los destinatarios o partícipes
comunitarios de la intervención, son hombres y
mujeres de todas las edades que, en tanto sujetos de
derechos, aprenden a construir su propia realidad
histórica asumiendo injerencia en ella a través de la
participación en acciones posibilitadoras de cambio
social respecto de la realidad de sus comunidades a
través de situaciones de aprendizajes dialógicos y
sociales.
Los ámbitos de intervención para el trabajo
en comunidades barriales pueden ser múltiples,
desde la casa de un vecino que de buena voluntad la
ofrece para realizar los encuentros, hasta el salón de
una parroquia, de un Centro Comunitario, algún
espacio físico que ofrezca un Centro de Salud, el
aula de una escuela del barrio utilizada en horario
extraescolar hasta la sombra de un árbol en una
plaza, terreno o a orilla de un camino cuando el
clima acompaña.
En cuanto al surgimiento de la demanda la
problemática que va a ser objeto de una
intervención psicopedagógica en comunidad puede
ser detectada por varias fuentes, de manera que
quienes pueden erigirse en demandantes de la
intervención pueden ser agentes externos o agentes
internos:
Las estrategias de intervención en
comunidad pueden ser múltiples dado que
generalmente responden a los marcos conceptuales
subyacentes al psicopedagogo. Atendiendo a ello se
puede acudir a un amplio espectro de técnicas y
estrategias como entrevistas individuales,
colectivas, coordinación y trabajo en equipos
interdisciplinarios, grupos terapéuticos, grupos
operativos, grupos focales, grupos de debate y
discusión, grupos de aprendizaje, talleres
educativos, técnicas de dramatización como juego
de roles, técnicas proyectivas, lluvia de ideas,
técnicas de codificación-decodificación de
imágenes, entre otras. En este escenario la
creatividad en la utilización de recursos, técnicas y
estrategias es fundamental para enriquecer la
intervención.
En cuanto a los marcos conceptuales
subyacentes a las intervenciones psicopedagógicas
con enfoque comunitario se pueden considerar los
contemplados en las disciplinas de: la pedagogía
social crítica, la didáctica contextualizada, la
sociología de la educación, la sociología de la
salud, la psicología comunitaria, la psicología
sanitaria, la psicología educacional, los desarrollos
de las neurociencias en relación a lo social
comunitario, la antropología sociocultural, la
antropología de lo barrial, la epistemología crítica,
la salud comunitaria, la comunicación social, entre
otras. Son planteos que pueden fundamentar, de
manera individual o complementaria, enfoques de
trabajo psicopedagógico con comunidades. Aquí
también la creatividad en la recreación y
reformulación de los planteos teóricos
Un Modelo Psicopedagógico
Comunitario: La Modalidad
Investigativa Freireana como
Intervención Psicopedagógica
El punto de partida de la psicopedagogía
comunitaria que proponemos es una estrategia de
intervención con modalidad investigativa, ésta
implica la reconstrucción del método de postalfabetización
creado y utilizado por Freire en el
marco de sus procesos de alfabetización.
ETAPAS
Primera etapa: Aproximación del psicopedagogo
al área comunitaria
Segunda etapa: Análisis de los datos recogidos
para la aprehensión de las posibles
contradicciones de los temas de la comunidad
Tercera etapa: Retorno del psicopedagogo al
área para empezar los diálogos en los talleres
Cuarta etapa: Estudio sistemático de los
hallazgos
Quinta etapa: Talleres de educación popular
El área social comunitaria es un campo de la Psicopedagogía, es aquí donde, los que son llamados a trabajar en ella, tienen mucho que hacer, ya sea como mediador, orientador o más aún como un agente de cambio en la sociedad, para forjar personas que manejen su propio destino.
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