domingo, 26 de junio de 2016

EL SÍNDROME DE DISFUNCIÓN MÍNIMA CEREBRAL Y LA PSICOTERAPIA GESTALT



En un estudio del instituto nacional de salud mental en los Estados Unidos de América se mencionan treinta y ocho nombres como “daño cerebral mínimo”, “disfunción cerebral mínima”, “síndrome hiperquinético”, “alteración del impulso” entre otros. Daño o disfunción son conceptos que se utilizan de forma indistinta, sin embargo se considera que existe daño cuando se utiliza algún procedimiento que evalúa la estructura del sistema nervioso demostrando lesión anatómica. Daño cerebral mínimo es un nombre que trata de describir la lesión causal del cerebro que pudo haber ocurrido en útero, durante el parto o al poco tiempo de nacido. Cuando no se comprueba, se habla de disfunción. Clements propuso en 1966 la siguiente definición para la disfunción mínima cerebral, en una reunión de especialistas convocada para esclarecer la terminología que permitiera la identificación del síndrome, así como la posibilidad y validez del diagnóstico:


 Se refiere a un cuadro clínico que se presenta en niños o adultos cuya inteligencia es normal, cercana a lo normal o mayor a lo normal con trastornos en el aprendizaje, conducta de intensidad variable y desviaciones en el funcionamiento del sistema nervioso central expresadas como trastornos de la percepción, conceptualización, lenguaje, memoria, atención, control de impulsos motores o de la función motora. Estas alteraciones parecen estar relacionadas con variaciones genéticas, alteraciones o irregularidades bioquímicas, lesiones cerebrales perinatales o durante los años críticos para el desarrollo y madurez del S.N.C. o por causas desconocidas. (Calderón, 1988, pag.16). 

El Síndrome de Disfunción Mínima Cerebral SDMC se da por la conjunción de ambos. Es un trastorno que sufren quienes muestran una constelación de signos y síntomas relativos a la conducta y al aprendizaje. Los procedimientos que permiten comprobarlo se integran con la exploración psiquiátrica y física, aplicación de pruebas psicológicas, examen neurológico y electroencefalográfico.

 El término “hiperactividad conductual” se ha venido utilizando de manera más común como diagnóstico en estas personas, y posteriormente se pasó al de “dificultades de aprendizaje” debido al éxito paradójico de estimulantes en pacientes cuyo comportamiento parecía necesitar medicamentos sedantes; también por el desarrollo de modalidades terapéuticas en el campo de la educación especial y por el fracaso de la psicoterapia tradicional por sí misma sin apoyo médico especializado.

DIAGNOSTICO

Existe un marco conceptual del SDMC, el cual toma en cuenta que éste puede ser multifactorial y presentarse en varios grados, y que es diagnosticable por los factores orgánicos que ejercen una influencia importante al interactuar con el ambiente y la sociedad, provocando alteraciones de la subjetividad, de la conducta y del organismo y sus funciones. Se dice que el diagnóstico puede ser conductual como otros de carácter psiquiátrico pero ¿cuáles son los datos que mediante observación y exploración (signos) así como del interrogatorio (síntomas) se pueden dar?. Existe un cuadro clínico que comprende los siguientes datos de los cuales basta con que la mitad sea identificable para dar el diagnóstico de figura/fondo 101 probabilidad del SDMC.

. • Hiperactividad no situacional.

 • Distractibilidad.

 • Hiperreactividad a los estímulos

. • Impulsividad.

 • Inconsistencia y conducta impredecible

. • Dificultad para completar tareas.

 • Incoordinación.

 • Defectos del lenguaje

. • Temeridad [incapacidad para advertir el peligro].

 • Respuestas inadecuadas al castigo

. • Rabietas o berrinches.

 • Déficits sensoperceptivos.

 • Incapacidad para aprender de la experiencia.

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