lunes, 21 de marzo de 2016

TRASTORNOS DE APRENDIZAJE

Trastorno por Deficit Atencional  (TDA)


El Plan nacional de Salud Mental y Psiquiatría del Ministerio de Salud de Chile considera el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) como el problema de salud mental más frecuente en niños, niñas y adolescentes en edad escolar en Chile, estimándose que uno de cada 80 a 100 escolares de enseñanza básica requieren tratamiento específico por dicho trastorno, siendo el diagnóstico neurológico más frecuente en los servicios de atención primaria. 

El TDAH es definido como un trastorno conductual que surge en la infancia teniendo como característica fundamental un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad e impulsividad presentes en al menos dos contextos. De acuerdo al predominio de síntomas que estén presentes, el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se clasifica en tres subtipos: con predominio de déficit de atención, con predominio hiperactivo/impulsivo y subtipo combinado.

Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDA/H) 

Niños y niñas que además de las dificultades de atención presentan dificultades para controlar sus impulsos (impulsividad) y un permanente y excesivo movimiento sin un objetivo concreto (hiperactividad). 

Trastorno de Déficit Atencional sin Hiperactividad (TDA sin Hiperactividad): 

Niños y niñas que no presentan hiperactividad asociada a las dificultades de atención. Son niños y niñas tranquilos(as) que parecieran “estar en la luna”. En adelante se hará referencia preferentemente al Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDA/H) ya que permite aludir a las tres características centrales de inatención, impulsividad e hiperactividad. Se realizarán, sin embargo, las distinciones que sean necesarias entre los dos tipos, tanto en la comprensión de los niños y niñas como en las orientaciones para su apoyo.

Manifestaciones:

  • Corto tiempo de atención a un determinado estímulo, situación o tarea, con mucha susceptibilidad a distraerse frente a cualquier estímulo que esté alrededor.
  •  Hiperactividad, inquietud manifestada en un alto nivel de energía, dificultad para permanecer tranquilos y, cuando tienen más edad, en una verbalización excesiva y en tono de voz muy alta.
  •  Dificultades para seguir instrucciones.
  •  Acciones precipitadas para alcanzar algo sin evaluar las consecuencias.
  •  Conductas impulsivas en lo corporal, en lo emocional, en lo verbal y en lo cognitivo.


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